Novela 2025

Tres brotes de infección relevantes, y una alerta sanitaria sin control. Todos los años lo mismo desde el principio de la pandemia, y parece que el mundo ya ni se sorprende. Y yo aquí pensando en que hacer de mi vida. No sé, parece que las cosas nunca siguen una lógica y, sin embargo, a veces, sin que hagamos nada, por lo menos conscientemente, se arreglan solas.

Silvia se levantó de la mesa, cerró el ordenador y cogió el teléfono.

–Nada, no hay cobertura. A esta hora nunca hay cobertura… Qué casualidad. Parece que la red en los últimos dos años falla siempre en los mismos momentos. Quién se puede creer semejante estupidez? Sí, ya sabemos que el 5g es muy inestable Cuando funciona, funciona hiper rápido, pero falla más que aquí los primeros teléfonos celulares que parecía que no tenía nunca cobertura. Y si le sumamos el toque de queda y el control policial, estamos realmente viviendo en una gran cárcel. Eso sí, sin que el Estado se gaste un duro, y con la desaparición paulatina de personas, curiosamente casi siempre desafectos con la estructura social actual, con el directorio militar. Sí, porque hablar del Estado, parece un atrevimiento. Sencillamente se está imponiendo una realidad totalitaria. El resto es impostura.

Pero no me atrevo a decir que es peor, este fascismo sotto voce, que nos puede recordar fácilmente a ese aire que se respiraba en el Berlín de los años 30, y que fue el preludio feliz del nazismo, o la pandemia. Por ser correctos, las pandemias. Los años de investigación académica, nos enseñaron que debemos cumplir estrictamente los protocolos sanitarios, y las fases en la elaboración de las vacunas. Pero esta sociedad nuestra estaba demasiado obsesionada por el éxito y obvió este pequeño detalle. Realmente no era un problema de obsesión por el éxito, sino que llegar a ser la primera farmacéutica en encontrar una vacuna contra el COVID suponía un incremento del valor de las acciones en bolsa, y convertirse en millonario de por vida. Por esta razón, todas las empresas farmacéuticas privada se volvieron locas aquí, en Estados Unidos, en Bélgica, y, claro, en Suiza. En otros países fueron los estados los que lo hicieron. Rusia, China, hasta Corea del norte o Brasil. Y se mezclaron las fases en la evolución de las vacunas y se produjeron contaminaciones cruzadas en las pruebas, y todo se salió de madre. De repente en todo el mundo los laboratorios estaban jugando a ser dios o el diablo no lo sé. Lo que sise es que la información que publicaban, en la mayoría de los casos, no era verdad y se mezclaba con medias verdades y con un interés casi megalómano por encontrar la vacuna para así parecer un salvador. Lo propio de las sociedades del cambio de milenio. La gente piensa que el problema fue el año 999 o el año 1999, pero no fue así. El cambio de época en el primer milenio se produjo cuando en el año 975 un sacerdote francés dijo que vendría el anticristo y el fin de los tiempos y nuestro fin del mundo comenzó veinte años antes del final del milenio.

Una parte de la humanidad vivía en otra época histórica, mucho más atrasada técnicamente. Nosotros vivíamos en una realidad desenfocada y los gestores públicos –políticos, médicos y técnicos en general– Y las personas con visibilidad social se comportaron como niños. La consecuencia? La aparición de mutaciones del virus del COVID mucho más peligrosas que fueron apareciendo en todos los lugares del planeta compitiendo para ver quién mataba a más víctimas. Así comenzó el caos, y ahora podemos preguntarnos cómo podemos ponerle fin a esto, qué podemos hacer.

Silvia volvió a coger el teléfono y comprobó que seguía sin haber línea. En breve llegaré a la conexión de las 12. Ya había escrito todos los mensajes en el teléfono para cuando llegas a esa hora. Solo tenía que esperar para enviarlas, y cruzar los dedos para que los demás también las contestasen. También Camilo, claro, también.