La Voz de Galicia contaba hace unas semanas que un hombre había sido detenido por robar la Noche de Reyes una aspiradora y un órgano. Una vez pasó a disposición judicial, el hombre, felizmente, fue puesto en libertad. Pero nadie conoce su verdadera historia. Ese hombre anónimo estaba terriblemente enamorado. Tanto, que decidió regalarles algo especial a su mujer Eloína y a su hijo Fran. Pero la fatalidad hizo que finalmente no consiguiese lo que quería por problemas económicos. A pesar de ello, por esas cosas del amor, nuestro delincuente decidió hacer algo por Eloína y por Fran, ni más ni menos que acercarse a un garaje y robar una aspiradora para ella y un nuevo órgano para él. Claro, era delito, pero ¿quién puede juzgar a alguien que la Noche de Reyes roba algo para regalar?
En las sociedades modernas es el Parlamento del Estado quien dice si algo es constitutivo de delito o no. El robo de la aspiradora y del órgano es un delito, pero no sabemos si con la modificación del Código Penal lo seguirá siendo.
Tampoco sabemos si Avelino de Francisco, el alcalde de Cortegada por el PSOE que antes era comisario de policía y que ahora se marchó para el PP, es un delincuente. Tal vez lo que hizo sea un delito con la nueva modificación del Código Penal. En todo caso, muestra una profunda falta de respeto hacia su profesión, policía, y hacia su condición, político. Lo mejor que podía hacer era dimitir.
Tampoco sabemos si la incompetencia está penalizada en la última modificación del Código Penal. Si fuese así, puede que llamen a declarar al sindicato de médicos que pide la dimisión de la gerente del CHUO, Eloína. Lo cierto es que más de cien médicos consideraron que era un riesgo para la sanidad. Pero no hace falta ser médico, solo se necesita acudir a Urgencias para darse cuenta.
Y a pesar de esto, todos dicen lo mismo. Mariano a Luis, Pilar a Emilio Pascual y el primo a la gerente: “Sé fuerte”.